Instrucciones de alta: cuidado de los clavos
Usted regresa a casa con clavos en el cuerpo. Estos clavos sostienen en su lugar a un hueso roto o dislocado. Esto es lo que debe saber acerca del cuidado en la casa.
Usted se ha roto o dislocado el siguiente hueso: ______________.
Este hueso está ubicado en ____________. Usted tiene _______ clavos puestos.
Los clavos están en los siguientes lugares: ______________________________________.
Recomendaciones generales
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Limpie la piel alrededor de los clavos con la frecuencia que le indique su médico.
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No use cremas, lociones ni antisépticos a menos que su médico le indique que puede hacerlo.
Prepare los suministros
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Coloque los siguientes suministros en una superficie limpia y seca:
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Trozos de gasa o hisopos de algodón.
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Solución salina estéril. Puede ser solución salina normal o una mezcla de solución salina y peróxido de hidrógeno (agua oxigenada). Su médico le dará más información al respecto.
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Abra un paquete de gasa o aparte algunos hisopos de algodón.
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Vierta la solución salina en un tazón. Debe ser lo suficiente como para cubrir la base de un tazón pequeño para ensalada o sopa.
Limpie los clavos
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Lávese las manos con agua y jabón por lo menos durante al menos 15 segundos antes de limpiarse los clavos.
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Sumerja los trozos de gasa o los hisopos de algodón en la solución salina.
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Escurra el exceso de solución de la gasa y abra la gasa.
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Limpie alrededor de cada clavo con la gasa o el hisopo de algodón empapados de solución salina. Presione suavemente sobre la piel mientras limpia hacia afuera alrededor de cada clavo.
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Quite las costras que pueda haber en la zona del clavo. Utilice una gasa o hisopo de algodón nuevos cada vez que limpia.
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Utilice una gasa o hisopo de algodón nuevos para cada clavo.
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Deseche las gasas o los hisopos de algodón usados en una bolsa impermeable de residuos.
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Lávese las manos después de terminar la limpieza de los clavos.
Cuándo llamar a su proveedor de atención médica
Llame al proveedor de atención médica de inmediato en cualquiera de estos casos:
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Fiebre de 100,4 °F (38 °C) o más alta, o según lo que el médico le haya indicado
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Escalofríos con temblores
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Enrojecimiento, hinchazón o dolor donde están los clavos
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Supuración verdosa o amarillenta en el lugar de los clavos
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Clavos que se mueven o se desplazan, o chasquidos (clics) procedentes de los clavos
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Piel abierta alrededor del sitio donde se encuentran los clavos
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Hormigueo o entumecimiento en el miembro lesionado
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Aumento del dolor o movimiento en el lugar de la fractura
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